miércoles, 13 de julio de 2016

CARMEN YOLANDA VILLANUEVA






VALORES EDUCATIVOS: UNA PERSPECTIVA DE LA ETICA DEL DOCENTE EN EL CONTEXTO DE LA EDUCACION
Autora. Carmen Yolanda Villanueva
C.I.9592676
Dra. Petra Pérez

       En estas últimas décadas, se ha visto cómo surge en nuestros ambientes educativos la figura del docente, esto es, un educador con ética que se mantiene cerca de los alumnos en sus procesos cotidianos de enseñanza-aprendizaje, interviniendo también en otras áreas que no son indiferentes en la vida de la persona, tales como la contención afectiva,  detección de problemas en la dimensión relacional de los miembros del grupo, direcciones en un proceso de orientación vocacional y la formación en los valores. La función del docente en el contexto de la ética, estriba en una relación individualizada con el alumno. Pretende integrar la experiencia escolar con la extraescolar. El docente con ética es el nexo de coordinación entre la escuela y la familia, que supone un proceso de individualización y personalización del proceso de enseñanza aprendizaje, fugiendo al mismo tiempo, según Arnaiz e Isus (2005), como “aquel cuya capacidad que tiene docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con él los procesos de alumbramiento conceptual, de ayudarle a resolver sus problemas personales, de aprendizaje, de autonomía-dependencia y de relación”. Y en esta tarea, donde debe haber inclusión, las instituciones educativas deben invitar a mantener el diálogo como la fórmula más eficaz de la relación del proceso de formación en valores básicos para la vida. El docente es pues, quien emite un proceso de acompañamiento en el aprendizaje que la hace vital con su ética respectiva.   
      El nuevo proyecto educativo no puede desatender la orientación como parte importante de la labor formativa, debe brindar medios para el rescate  constructivista del conocimiento y del proyecto vital de los estudiantes, tomando en consideración los valores morales e incluso espirituales para el desarrollo de la personalidad. De allí que, el docente, se desenvuelva como coordinador del grupo y de sus experiencias de aprendizaje interdisciplinario, abierto a la comunidad estudiantil. Para Sánchez (2006), crear la figura del docente con ética profesional es un modo de institucionalizar una parte de la acción educativa orientadora asumiendo roles  dos roles de orientador con ética como su función primordial; educador, monitor de la disciplina. Previamente cabe destacar, según lo señala Rus Arboledas (2006), las diferencias existentes que el rol docente presenta evidenciando su función primordial como es el desarrollo del aprendizaje de sus alumnos en la clase. Finalmente, debe optimizar en el proceso de enseñanza-aprendizaje la promoción social, personal y cuidar en modo particular promoviendo promover en ellos procesos que apunten a la orientación escolar, vocacional y profesional; el mejoramiento de las relaciones interpersonales en cada grupo-clase y con otros miembros de la comunidad educativa; reflexiones para la vida bajo principios y creencias.
           
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lunes, 20 de junio de 2016

VICTOR CONTRERAS




Por: Lcdo. Victor M. Contreras A. C.I. V-19.249.963.
Maestrando en Docencia Universitaria. UNELLEZ-APURE.
Facilitadora: Msc. Petra Pérez.








Etica y valores en la Educación Superior






La formación de valores en el contexto universitario es un proceso gradual, donde es necesario buscar e indagar cuales valores y por qué vías se deben formar, desarrollar, afianzar y potenciar en diferentes momentos de la vida, según las necesidades que se van presentando en la formación de un profesional. Fernando González Rey (1.998) en su teoría filosófica los valores y su significación en el desarrollo de la persona, Nos describe “que a diferencia de otras formas de información aprendida, los valores no se fijan por un proceso de comprensión por lo tanto, no son la expresión directa de un discurso que resulta asimilado, sino el resultado de una experiencia individual, a partir de las situaciones y contradicciones que la persona presenta en el proceso de socialización del que se derivan necesidades que se convierten en valores, a través de las formas individuales en que son asumidas y desarrolladas dentro del propio proceso”, partiendo desde este punto de vista la educación en valores debe estar en el contenido del programa de cada disciplina.
Para desarrollar niveles superiores en la formación integral de los estudiantes, se hace necesario buscar nuevos métodos y estrategias que permitan materializar la responsabilidad del profesor, de desarrollar capacidades necesarias para formar un profesional ejemplar, con capacidad crítica y creativa que contribuya al desarrollo integral de los pueblos ya que la educación cumple un papel fundamental en este proceso y son las universidades las encargadas de que esto se propicie en la realidad, de esta manera se hace impredecible aplicar conocimientos técnicos y tecnológicos adaptados al mundo de hoy y así asumir los grandes retos de la sociedad.

Finalmente la enseñanza universitaria en la actualidad está basada en una educación a lo largo de la vida, con equidad y con garantía de la calidad no solo en el orden competitivo sino en el de elevación de los valores humanos que le permite a los centros de enseñanza superior el desarrollo social de la humanidad es necesario que las universidades sean generadoras del potencial humano que se necesita para el proceso de transformación social.

lunes, 13 de junio de 2016

WELKIS COLMENARES



EDUCAR EN VALORES: ETICA Y EDUCACION SUPERIOR

Maestrante: Welkis Colmenares

      El presente articulo tiene como finalidad de estudiar La ética, la moral y los valores que las forman en los distintos espacios educativos, para ello se tiene que tomar en cuenta la fragmentación que sugiere el sistema educativo venezolano. La educación debe transmitir, masiva y eficazmente, una magnitud cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, ya que son la base de las competencias del futuro. Cada día se exige mayor preparación y calidad en los profesionales, las universidades deben ser un espacio que beneficie el crecimiento personal de los docentes. Justicia, honestidad y lealtad son los valores que deben plasmar la formación y la actuación del docente, es necesario que las instituciones de educación superior favorezcan un accionar responsable y ético en sus estudiantes a través de la incorporación de estrategias y metodologías novedosas que lo orienten a formarse como un profesional integral.
     La Educación en Valores debe ser preocupación de todo centro educativo en el nivel superior. Es de suma importancia crear conciencia y favorecer la reflexión acerca de los valores éticos, afirmar pues así el nivel profesional de los egresados. Dado que los Valores son un tópico difícil de manejar, es necesario crear una metodología que permita tener un mejor manejo de los contenidos por parte de los docentes de las asignaturas, las cuales están incluidas estas en el plan de estudios superiores y que tributan a la educación en Valores de los futuros profesionales.
    La educación de los valores en la educación superior constituye un tema de gran actualidad y trascendencia en la formación de los profesionales que necesita la sociedad. Su carácter complejo, multifacético y contradictorio exige del claustro de profesores una especial preparación teórica y metodológica en el campo psicopedagógico para su investigación y en la labor docente-educativa.
A todo ellos, El Docente puede y debe cumplir una misión ética destinada a la promoción de los principios y valores que promuevan un desarrollo pleno del ser humano. La universidad no es sólo informadora, sino formadora. Y podemos formar y transmitir, en la medida de nuestras posibilidades, los valores de una escuela democrática/humanista. “Una escuela con un sistema de enseñanza llamado por algunos democrático o humanista contribuye más al desarrollo personal y social que numerosas unidades didácticas dedicadas a este campo.” (Borrego de Dios, 1992). Nuestro gran objetivo sería ayudar a la formación de personas autónomas y con criterio. “¿Qué tipo de personas queremos formar? Con criterios propios para buscar la verdad y asumirla, para no ser manipulados por otros” (Díez y González, 1996).
    En definitiva Vivimos en un relativismo moral; Desde la Educación Superior es legítimo plantearnos el no solamente transmitir conocimientos técnicos sino también atender a los ámbitos ético y moral. Optamos por una formación integral y por tanto humanista y
cristiana de la persona; Se pueden y deben transmitir valores, desde el ejemplo y la incitación a la reflexión, sobre todo con dilemas morales; No debemos hacerlo sólo; Nos hace falta agruparnos, asociarnos y formar redes para crecer juntos y ayudarnos.

GLISMELYN UTRERA


Educar en Valores: ética y educación superior


Maestrante: Glismelyn Utrera


    La ética es un factor de supervivencia, de sobrevivencia de la especie humano. Estamos viviendo en un momento en que se esta produciendo una separación entre la ética y la educación, es decir que en el sistema educativo nacional existe un divorcio entre la ética y la educación, donde las leyes han realizado unas series de cambios que han cambiado el proceso educativo. Es importante señalar que sin ética no podemos sobre vivir, la pregunta seria, en que espacios físicos y sociales podemos construir valores, podemos realmente construir los viejos o construir los nuevos, pero resulta muy difícil construir valores nuevos. La ética es una enseñanza de carácter de nuestro propio desarrollo humano, el principal problema entre transversal en que afecta al contenido fundamental de toda nuestra cultura y toda vivencia de la educación igualmente podríamos sobrevivir sin educación, a menudo pensamos los que nos hemos formado como docentes que cuando hablamos de educación estamos hablando de estudios, educación primaria, secundaria, de bachillerato, se piensa que la educación es eso estar bien titulado, bien diplomado pero la educación no es eso. La educación no es un problema solamente del pedagogo, sicopedagogos, orientadores escolares, sino un problema de toda la sociedad, por lo tanto la educación y la ética son dimensiones esenciales tanto en el desarrollo humano como en el desarrollo social, la educación no es una herramienta, es un instrumento que nos permite al mismo tiempo transformar el desarrollo personal, pero no podemos olvidar nunca que el ser humano somos producto ética y educación consiste en considerar que la educación es un problema de especialista, de la familia, del vecino, del barrio, de la institución, de la empresa, del gobierno, del individuo o de nuestros compañeros y esto nos lleva a una crisis en la educación por ejemplo si nos encontramos con un presidente, gobernador que es obsesivamente mentiroso, las personas o la ciudadanía no puede aprender otra cosa que los valores tales como: el valor de privilegió, el valor de la corrupción; todo el valor del cinismo, el valor de la normalidad, pues es evidente que se esta produciendo un tipo de educación que actúa en lo negativo ante el desarrollo de la educación.

   La educación ya no es un derecho a la educación, la educación se a convertido en una mercancía, en un objeto de comercialización que se compra como en un súper mercado, se a convertido en un producto, se compra educación, un titulo, un diplomado, entonces si permitimos esto, estamos degradando las condiciones que garantizan el ser humano universal que afirma que la educación es un derecho humano, no estamos asiendo un servicio. Desde hace una década se viene hablado mucho en las diferentes reformas, en conferencias de la educación en valores y este tema me parece una aberración total, podemos acaso educar si no tenemos un modelo, una configuración previa del tipo de ser humano, de sociedad, ciudadanía al que queremos aspirar, no se puede educar sin valores por lo tanto esa tendencia de redactar libritos y programas alejados de la realidad del funcionamiento de las escuelas para resolver problemas que los centros escolares están presentando a mi me parece que olvida lo esencial, un sistema educativo no es posible ponerlo en marcha si no esta fundado en una axiología y si no esta fundamentado en una teología porque es la ética la que proporciona la teología y la axiología para que el ser humano vaya construyendo su propio proyecto de maduración.

   Hay un problema muy específicos, bastaría leer la prensa o dar un repaso a las paginas de internet para darnos cuenta que tenemos problemas de convivencia en los centros escolares, de conflictos, de violencia, de acoso, de desigualdad, de genero entre chico y chicas, entre profesores y profesoras, Otro de los problemas es la rutina que se a instalado en la practica rutinaria donde muchos docentes la rutina los a llevado a la parte de la pereza y como siempre le ha ido bien así, ¿porque debe de cambiar la rutina?. La rutina no es más que hacer siempre lo mismo, donde la tecnocracia nos hace creer que solamente la metodología, el recurso educativo me va ayudar a resolver el problema y que siempre va existir un método adecuado una técnica que nos conduce a resultados similares. Por que creemos que con normas educativas vamos hacer capaces de abordar los problemas que se presentan día a día en los centros educativos, lo único que hacen es poner en marcha la maquina de tener normas, leyes por que resulta que es mas caro formar en valores, formar en ética, en practica y formación pedagógica en el conjunto de profesorado. Lo que se quiere lograr es que la sociedad sea mejor y que el individuo sea mejor, buscar sociedades mas felices e individuo mas felices. Yo creo que en la ética y la educación debemos fomentar la educación espiritual, que no es mas que una educación que le proporciona al ser humano emociones, responsabilidad, creatividad, atención, paz interior, ética, amor, ternura, agradecimiento y considerar que la espiritualidad es la fuente que alimenta la energía vital que da sentido a tu manera de ser, te anima a serle frente a las dificultades, que procura vincular en todo y con todos, que te da alegría de vivir y que es una experiencia que no se puede confundir y seria una disciplina que nos puede ayudar a mejorar al ser humano. Al fin y al cabo la educación no es más que un proceso continuo permanente de autoconocimiento lo que en otras palabras se podría decir un proceso continuo y permanente de maduración personal que haga frente a cualquier problema de la sociedad.

THAIS RODRIGUEZ



Universidad Nacional Experimental
De los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
Coordinación de Postgrado.  Unellez – Apure
Maestría en Ciencias de la Educación Superior
Mención: Docencia Universitaria.  Corte XIX
Facilitadora: Dra. Petra Peña
Maestrante: Ing. Thais X. Rodríguez Ortiz



LA ÉTICA COMO VALOR PRIMORDIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

     En la actualidad, escuchamos a nuestros abuelos, padres y profesores evocar recuerdos y anécdotas con los que argumentan lo diferente que es la educación hoy en día. Diversos autores atribuyen estos cambios a una serie de factores sociales, económicos y culturales que han influido de forma progresiva en el proceso educativo del individuo. Los valores constituyen potencialidades humanas que dignifican al individuo, por lo que educar en valores es una necesidad imperante en la sociedad actual.
Nuestro País se encuentra atravesando una crisis de valores debido a que no se han cultivado lo suficiente en nuestras familias ni en los institutos de educación.  Ante este vacío, se está reclamando una mayor moralidad en todos los ámbitos de la vida social: como en la política, en el desempeño de las funciones públicas y privadas, en las empresas, en las transacciones comerciales, en los medios de comunicación social, en los hospitales, en los centros educativos, en la vida familiar, porque finalmente el aumento de la práctica y de la vivencia de estos valores permitirá la humanización de nuestra sociedad.
Es imposible imaginar una vida humana sin valores, especialmente sin valores éticos. Es por esto que hoy en día surge la necesidad de educar en valores, de reconquistar la práctica de los valores éticos. La formación de valores para el desarrollo de la personalidad, la cual se trata del comportamiento general que debe regir en la conducta del individuo y determinar consecuentemente sus actitudes y su forma de actuar.
La ética profesional debe ser concebida como el desarrollo educativo que en su carácter consolida el comportamiento de los profesionales. En su formación, estos van adquiriendo normas, valores y una concepción de la profesión que altamente individualizada se convierte en un regulador especial de su comportamiento moral. Es por esto que para los Educadores debe ser prioridad incorporar la vigencia de la ética y valores en el desempeño de su labor educativa.
Las Universidades deben implementar en sus diferentes especialidades, programas de estudio con estrategias que vinculen la formación de valores con la realidad social, que busque el desarrollo de actitudes que permitan demostrar a los estudiantes lo que en realidad es éticamente válido, para que así puedan participar en la construcción de una mejor comunidad, sociedad y de un mejor país.

Otros de los valores que debemos fomentar a nuestros estudiantes se encuentran los vinculados a la autonomía del sujeto, es decir, autenticidad, sensibilidad, independencia de juicios, de criterios, la tolerancia, espontaneidad, crítica y autocrítica, discrepancia, felicidad, el internacionalismo, el colectivismo, la solidaridad, el espíritu de sacrificio, justicia, responsabilidad, el trabajo creador y la libertad.

KISSY MARQUEZ








Universidad Nacional Experimental

De los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
Coordinación de Postgrado
Unellez – Apure
Maestría en Ciencias de la Educación Superior
Mención: Docencia Universitaria    Corte XIX
Facilitadora: Dra. Petra Pérez
Maestrante: Abg. Kissy Márquez Urbano




EDUCAR EN VALORES: VINCULACIÓN DE LA EDUCACIÓN Y LA ÉTICA EN LAS                                                              UNIVERSIDADES VENEZOLANAS

El avance y desarrollo de las sociedades en ésta era postmoderna requiere, necesariamente, un cambio en el Sistema Educativo, que se ajuste a la connotación de tiempo-espacio y a las realidades del mundo donde interactuamos, para de ese modo obtener respuestas favorables en los procesos de aprendizaje donde se éste inmerso.
Todo pueblo que alcanza un cierto grado de desarrollo se encuentra, por naturaleza inclinado a practicar la educación, por ser ella el principio mediante el cual el grupo humano conserva y transmite su peculiaridad física y espiritual (Jaegerr, 1978). La educación se convierte así en ese aspecto colectivo a través del cual la sociedad busca convivir organizadamente (Neira E, 1997). Es por ello que la universidad en la actualidad como instancia privilegiada en la construcción del conocimiento, no puede o debe limitarse a ser una comunidad de científicos en la constante búsqueda del saber, sino que debe estar sujeta a convertirse en una institución compleja de formación integral.
La Universidad en Venezuela necesita la conformación de equipos de investigación interdisciplinarios, donde el docente se constituya en la unidad funcional del sistema universitario; debe ser investigador, productor de recursos y alimentador activo de varios procesos sociales. No es sólo el aprendizaje donde deben centrarse, sino lograr en sus alumnos la potencialización de capacidades cognitivas, creativas y organizativas requeridas para ésta nueva sociedad. Es responsabilidad del docente universitario venezolano aplicar nuevas formas para el aprendizaje profundo mediante la relación participativa con sus educandos; además, debe adaptarse al uso de los nuevos avances tecnológicos en al ámbito universitario.
La Educación Superior, como proceso social, tiene como reto lograr transformaciones sociales, en un país donde existe una marcada crisis de valores y notable ausencia de liderazgo. Las universidades venezolanas son un baluarte de la cultura popular, y es por ello que su gestión debe centrarse en la formación de líderes éticos que incidan en procesos socioculturales transformacionales; ahí la importancia del rol docente en la construcción de valores y liderazgo en los estudiantes, fomentando el verdadero ejercicio de la democracia participativa y de consensos, orientada siempre a construir una sociedad más justa, ética, emprendedora y equitativa.
La Educación no solo incluye el saber hacer, o el saber conocer, implica el saber ser y el ser emprendedor; es integral y desde esta concepción la calidad de la educación es el camino hacia la excelencia; debe enfocarse en la formación de valores que permita el desenvolvimiento en el ámbito social, basado en la equidad, transparencia, justicia y la honestidad en las relaciones interpersonales, ello es vivir, con ética, no solo enunciarlo como un componente más en una planificación curricular determinada, debe ser una constante necesidad; para lograrlo es necesario propiciarlo, y a la vez convencerse que es un proceso paulatino.
Corresponde entonces a las universidades venezolanas, fomentar cambios en las perspectivas de formación docente y del proceso de enseñanza aprendizaje, en los que se incluyan los espacios de reflexión ética y de diálogo para un ejercicio de los derechos de los ciudadanos. Las universidades son instituciones morales, diseñadas para promover normas sociales y sus agentes directivos son los mismos agentes morales los cuales deben tomar decisiones que fomenten una educación basada en valores.


“Principios, valores y ética, bastiones fundamentales en la Educación Universitaria”

                               Kissy Márquez Urbano.

martes, 7 de junio de 2016

CARMEN GUERRERO


ROL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL FOMENTO DE LOS VALORES ÉTICOS

AUTORA: CARMEN  L. GUERRERO O.
                                                                                                   CI Nº: 16.510.790

    La educación superior, como proceso social, tiene un gran reto que afrontar en la formación de profesionales que logren transformaciones sociales., en un momento  histórico  en   que  la Sociedad vive una crisis de valores y ausencia de liderazgo. 
   De allí que, siendo las Universidades el baluarte de la cultura de los pueblos, su gestión debe enfocarse en la formación de individuos éticos que incidan en procesos socio culturales transformacionales.
   Ahí la importancia del rol docente en la construcción de valores en los estudiantes, fomentando el verdadero ejercicio de la libertad participativa y de consensos; orientada a construir una sociedad más ética, justa, equitativa y emprendedora.
Una de las funciones del profesorado es la de hacer el papel de transmisor de –saberes éticos-” (Buxarrais, 1997). Hay realidades que no podemos cambiar, ni siquiera a medio plazo, la influencia de la televisión, la violencia que existe en la sociedad, el nivel de exigencia y responsabilidad que la sociedad traslada al profesorado, etc.
   Como bien es cierto, no existen soluciones fáciles a los problemas sociales. Pero sí,  el rol del docente que se convierte en algo más que un mero transmisor de conocimiento científico. No debemos limitarnos al hecho de producir ciencia y de transmitirla, sino acompañar dicho conocimiento de un compromiso ético. Y así formar egresados que sean buenos profesionales, pero también buenos ciudadanos dentro de la sociedad en la cual se desenvuelven.
   La educación no solo incluye el saber hacer, o el saber conocer, implica sobre toso el saber ser y el ser emprendedor; es integral y desde esta perspectiva la calidad de la educación en el camino hacia la excelencia apunta a la formación de valores que permita el desenvolvimiento en el ámbito social basado en la equidad, la justicia, la transparencia, y la honestidad en las relaciones interpersonales, ello es vivir, con ética, no solo anunciarlo como un componente más en un planificación curricular debe ser una necesidad; para lograrlo es necesario incitarlo, y la vez estar convencidos que es un  proceso a mediano y largo plazo.
  Por eso, “…educación y valores son algo inseparable. Los valores siempre se comunican. Lo importante es discutir cuáles, cómo, quién los elige y si al hacerlo se favorece o no la autonomía moral” (Barragán Medero, 2002: 7).
    Esto quiere decir, que con la práctica de los valores dentro de una sociedad dada, se evidencia la importancia de la formación de profesionales capaces de establecer metas y objetivos, dando oportunidades y creando una cultura que favorece y desarrolla el crecimiento personal.
    De esta manera se puede concluir que es necesario que las Instituciones de Educación Superior afronten el reto de formar profesionales, y que en ese proceso se cumplan las funciones: instructiva; Educativa y desarrolladora, con el fin de formar profesionales integrales que además de evidenciar con su actuar su compromiso social logren transformaciones sociales mediante ejercicio de comportamiento ético orientado a lograr que la comunidad en la que se encuentren eleve. Sus niveles de participación en la toma de decisiones.