VALORES
EDUCATIVOS: UNA PERSPECTIVA DE LA ETICA DEL DOCENTE EN EL CONTEXTO DE LA
EDUCACION
Autora.
Carmen Yolanda Villanueva
C.I.9592676
Dra. Petra Pérez
En
estas últimas décadas, se ha visto cómo surge en nuestros ambientes educativos
la figura del docente, esto es, un educador con ética que se mantiene cerca de
los alumnos en sus procesos cotidianos de enseñanza-aprendizaje, interviniendo
también en otras áreas que no son indiferentes en la vida de la persona, tales
como la contención afectiva, detección
de problemas en la dimensión relacional de los miembros del grupo, direcciones
en un proceso de orientación vocacional y la formación en los valores. La
función del docente en el contexto de la ética, estriba en una relación
individualizada con el alumno. Pretende integrar la experiencia escolar con la
extraescolar. El docente con ética es el nexo de coordinación entre la escuela
y la familia, que supone un proceso de individualización y personalización del
proceso de enseñanza aprendizaje, fugiendo al mismo tiempo, según Arnaiz e Isus
(2005), como “aquel cuya capacidad que tiene docente de ponerse al lado del
alumno, de sufrir con él los procesos de alumbramiento conceptual, de ayudarle
a resolver sus problemas personales, de aprendizaje, de autonomía-dependencia y
de relación”. Y en esta tarea, donde debe haber inclusión, las instituciones
educativas deben invitar a mantener el diálogo como la fórmula más eficaz de la
relación del proceso de formación en valores básicos para la vida. El docente
es pues, quien emite un proceso de acompañamiento en el aprendizaje que la hace
vital con su ética respectiva.
El
nuevo proyecto educativo no puede desatender la orientación como parte
importante de la labor formativa, debe brindar medios para el rescate constructivista del conocimiento y del
proyecto vital de los estudiantes, tomando en consideración los valores morales
e incluso espirituales para el desarrollo de la personalidad. De allí que, el
docente, se desenvuelva como coordinador del grupo y de sus experiencias de
aprendizaje interdisciplinario, abierto a la comunidad estudiantil. Para
Sánchez (2006), crear la figura del docente con ética profesional es un modo de
institucionalizar una parte de la acción educativa orientadora asumiendo
roles dos roles de orientador con ética
como su función primordial; educador, monitor de la disciplina. Previamente
cabe destacar, según lo señala Rus Arboledas (2006), las diferencias existentes
que el rol docente presenta evidenciando su función primordial como es el
desarrollo del aprendizaje de sus alumnos en la clase. Finalmente, debe optimizar
en el proceso de enseñanza-aprendizaje la promoción social, personal y cuidar
en modo particular promoviendo promover en ellos procesos que apunten a la
orientación escolar, vocacional y profesional; el mejoramiento de las
relaciones interpersonales en cada grupo-clase y con otros miembros de la
comunidad educativa; reflexiones para la vida bajo principios y creencias.
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