lunes, 20 de junio de 2016

VICTOR CONTRERAS




Por: Lcdo. Victor M. Contreras A. C.I. V-19.249.963.
Maestrando en Docencia Universitaria. UNELLEZ-APURE.
Facilitadora: Msc. Petra Pérez.








Etica y valores en la Educación Superior






La formación de valores en el contexto universitario es un proceso gradual, donde es necesario buscar e indagar cuales valores y por qué vías se deben formar, desarrollar, afianzar y potenciar en diferentes momentos de la vida, según las necesidades que se van presentando en la formación de un profesional. Fernando González Rey (1.998) en su teoría filosófica los valores y su significación en el desarrollo de la persona, Nos describe “que a diferencia de otras formas de información aprendida, los valores no se fijan por un proceso de comprensión por lo tanto, no son la expresión directa de un discurso que resulta asimilado, sino el resultado de una experiencia individual, a partir de las situaciones y contradicciones que la persona presenta en el proceso de socialización del que se derivan necesidades que se convierten en valores, a través de las formas individuales en que son asumidas y desarrolladas dentro del propio proceso”, partiendo desde este punto de vista la educación en valores debe estar en el contenido del programa de cada disciplina.
Para desarrollar niveles superiores en la formación integral de los estudiantes, se hace necesario buscar nuevos métodos y estrategias que permitan materializar la responsabilidad del profesor, de desarrollar capacidades necesarias para formar un profesional ejemplar, con capacidad crítica y creativa que contribuya al desarrollo integral de los pueblos ya que la educación cumple un papel fundamental en este proceso y son las universidades las encargadas de que esto se propicie en la realidad, de esta manera se hace impredecible aplicar conocimientos técnicos y tecnológicos adaptados al mundo de hoy y así asumir los grandes retos de la sociedad.

Finalmente la enseñanza universitaria en la actualidad está basada en una educación a lo largo de la vida, con equidad y con garantía de la calidad no solo en el orden competitivo sino en el de elevación de los valores humanos que le permite a los centros de enseñanza superior el desarrollo social de la humanidad es necesario que las universidades sean generadoras del potencial humano que se necesita para el proceso de transformación social.

lunes, 13 de junio de 2016

WELKIS COLMENARES



EDUCAR EN VALORES: ETICA Y EDUCACION SUPERIOR

Maestrante: Welkis Colmenares

      El presente articulo tiene como finalidad de estudiar La ética, la moral y los valores que las forman en los distintos espacios educativos, para ello se tiene que tomar en cuenta la fragmentación que sugiere el sistema educativo venezolano. La educación debe transmitir, masiva y eficazmente, una magnitud cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, ya que son la base de las competencias del futuro. Cada día se exige mayor preparación y calidad en los profesionales, las universidades deben ser un espacio que beneficie el crecimiento personal de los docentes. Justicia, honestidad y lealtad son los valores que deben plasmar la formación y la actuación del docente, es necesario que las instituciones de educación superior favorezcan un accionar responsable y ético en sus estudiantes a través de la incorporación de estrategias y metodologías novedosas que lo orienten a formarse como un profesional integral.
     La Educación en Valores debe ser preocupación de todo centro educativo en el nivel superior. Es de suma importancia crear conciencia y favorecer la reflexión acerca de los valores éticos, afirmar pues así el nivel profesional de los egresados. Dado que los Valores son un tópico difícil de manejar, es necesario crear una metodología que permita tener un mejor manejo de los contenidos por parte de los docentes de las asignaturas, las cuales están incluidas estas en el plan de estudios superiores y que tributan a la educación en Valores de los futuros profesionales.
    La educación de los valores en la educación superior constituye un tema de gran actualidad y trascendencia en la formación de los profesionales que necesita la sociedad. Su carácter complejo, multifacético y contradictorio exige del claustro de profesores una especial preparación teórica y metodológica en el campo psicopedagógico para su investigación y en la labor docente-educativa.
A todo ellos, El Docente puede y debe cumplir una misión ética destinada a la promoción de los principios y valores que promuevan un desarrollo pleno del ser humano. La universidad no es sólo informadora, sino formadora. Y podemos formar y transmitir, en la medida de nuestras posibilidades, los valores de una escuela democrática/humanista. “Una escuela con un sistema de enseñanza llamado por algunos democrático o humanista contribuye más al desarrollo personal y social que numerosas unidades didácticas dedicadas a este campo.” (Borrego de Dios, 1992). Nuestro gran objetivo sería ayudar a la formación de personas autónomas y con criterio. “¿Qué tipo de personas queremos formar? Con criterios propios para buscar la verdad y asumirla, para no ser manipulados por otros” (Díez y González, 1996).
    En definitiva Vivimos en un relativismo moral; Desde la Educación Superior es legítimo plantearnos el no solamente transmitir conocimientos técnicos sino también atender a los ámbitos ético y moral. Optamos por una formación integral y por tanto humanista y
cristiana de la persona; Se pueden y deben transmitir valores, desde el ejemplo y la incitación a la reflexión, sobre todo con dilemas morales; No debemos hacerlo sólo; Nos hace falta agruparnos, asociarnos y formar redes para crecer juntos y ayudarnos.

GLISMELYN UTRERA


Educar en Valores: ética y educación superior


Maestrante: Glismelyn Utrera


    La ética es un factor de supervivencia, de sobrevivencia de la especie humano. Estamos viviendo en un momento en que se esta produciendo una separación entre la ética y la educación, es decir que en el sistema educativo nacional existe un divorcio entre la ética y la educación, donde las leyes han realizado unas series de cambios que han cambiado el proceso educativo. Es importante señalar que sin ética no podemos sobre vivir, la pregunta seria, en que espacios físicos y sociales podemos construir valores, podemos realmente construir los viejos o construir los nuevos, pero resulta muy difícil construir valores nuevos. La ética es una enseñanza de carácter de nuestro propio desarrollo humano, el principal problema entre transversal en que afecta al contenido fundamental de toda nuestra cultura y toda vivencia de la educación igualmente podríamos sobrevivir sin educación, a menudo pensamos los que nos hemos formado como docentes que cuando hablamos de educación estamos hablando de estudios, educación primaria, secundaria, de bachillerato, se piensa que la educación es eso estar bien titulado, bien diplomado pero la educación no es eso. La educación no es un problema solamente del pedagogo, sicopedagogos, orientadores escolares, sino un problema de toda la sociedad, por lo tanto la educación y la ética son dimensiones esenciales tanto en el desarrollo humano como en el desarrollo social, la educación no es una herramienta, es un instrumento que nos permite al mismo tiempo transformar el desarrollo personal, pero no podemos olvidar nunca que el ser humano somos producto ética y educación consiste en considerar que la educación es un problema de especialista, de la familia, del vecino, del barrio, de la institución, de la empresa, del gobierno, del individuo o de nuestros compañeros y esto nos lleva a una crisis en la educación por ejemplo si nos encontramos con un presidente, gobernador que es obsesivamente mentiroso, las personas o la ciudadanía no puede aprender otra cosa que los valores tales como: el valor de privilegió, el valor de la corrupción; todo el valor del cinismo, el valor de la normalidad, pues es evidente que se esta produciendo un tipo de educación que actúa en lo negativo ante el desarrollo de la educación.

   La educación ya no es un derecho a la educación, la educación se a convertido en una mercancía, en un objeto de comercialización que se compra como en un súper mercado, se a convertido en un producto, se compra educación, un titulo, un diplomado, entonces si permitimos esto, estamos degradando las condiciones que garantizan el ser humano universal que afirma que la educación es un derecho humano, no estamos asiendo un servicio. Desde hace una década se viene hablado mucho en las diferentes reformas, en conferencias de la educación en valores y este tema me parece una aberración total, podemos acaso educar si no tenemos un modelo, una configuración previa del tipo de ser humano, de sociedad, ciudadanía al que queremos aspirar, no se puede educar sin valores por lo tanto esa tendencia de redactar libritos y programas alejados de la realidad del funcionamiento de las escuelas para resolver problemas que los centros escolares están presentando a mi me parece que olvida lo esencial, un sistema educativo no es posible ponerlo en marcha si no esta fundado en una axiología y si no esta fundamentado en una teología porque es la ética la que proporciona la teología y la axiología para que el ser humano vaya construyendo su propio proyecto de maduración.

   Hay un problema muy específicos, bastaría leer la prensa o dar un repaso a las paginas de internet para darnos cuenta que tenemos problemas de convivencia en los centros escolares, de conflictos, de violencia, de acoso, de desigualdad, de genero entre chico y chicas, entre profesores y profesoras, Otro de los problemas es la rutina que se a instalado en la practica rutinaria donde muchos docentes la rutina los a llevado a la parte de la pereza y como siempre le ha ido bien así, ¿porque debe de cambiar la rutina?. La rutina no es más que hacer siempre lo mismo, donde la tecnocracia nos hace creer que solamente la metodología, el recurso educativo me va ayudar a resolver el problema y que siempre va existir un método adecuado una técnica que nos conduce a resultados similares. Por que creemos que con normas educativas vamos hacer capaces de abordar los problemas que se presentan día a día en los centros educativos, lo único que hacen es poner en marcha la maquina de tener normas, leyes por que resulta que es mas caro formar en valores, formar en ética, en practica y formación pedagógica en el conjunto de profesorado. Lo que se quiere lograr es que la sociedad sea mejor y que el individuo sea mejor, buscar sociedades mas felices e individuo mas felices. Yo creo que en la ética y la educación debemos fomentar la educación espiritual, que no es mas que una educación que le proporciona al ser humano emociones, responsabilidad, creatividad, atención, paz interior, ética, amor, ternura, agradecimiento y considerar que la espiritualidad es la fuente que alimenta la energía vital que da sentido a tu manera de ser, te anima a serle frente a las dificultades, que procura vincular en todo y con todos, que te da alegría de vivir y que es una experiencia que no se puede confundir y seria una disciplina que nos puede ayudar a mejorar al ser humano. Al fin y al cabo la educación no es más que un proceso continuo permanente de autoconocimiento lo que en otras palabras se podría decir un proceso continuo y permanente de maduración personal que haga frente a cualquier problema de la sociedad.

THAIS RODRIGUEZ



Universidad Nacional Experimental
De los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
Coordinación de Postgrado.  Unellez – Apure
Maestría en Ciencias de la Educación Superior
Mención: Docencia Universitaria.  Corte XIX
Facilitadora: Dra. Petra Peña
Maestrante: Ing. Thais X. Rodríguez Ortiz



LA ÉTICA COMO VALOR PRIMORDIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

     En la actualidad, escuchamos a nuestros abuelos, padres y profesores evocar recuerdos y anécdotas con los que argumentan lo diferente que es la educación hoy en día. Diversos autores atribuyen estos cambios a una serie de factores sociales, económicos y culturales que han influido de forma progresiva en el proceso educativo del individuo. Los valores constituyen potencialidades humanas que dignifican al individuo, por lo que educar en valores es una necesidad imperante en la sociedad actual.
Nuestro País se encuentra atravesando una crisis de valores debido a que no se han cultivado lo suficiente en nuestras familias ni en los institutos de educación.  Ante este vacío, se está reclamando una mayor moralidad en todos los ámbitos de la vida social: como en la política, en el desempeño de las funciones públicas y privadas, en las empresas, en las transacciones comerciales, en los medios de comunicación social, en los hospitales, en los centros educativos, en la vida familiar, porque finalmente el aumento de la práctica y de la vivencia de estos valores permitirá la humanización de nuestra sociedad.
Es imposible imaginar una vida humana sin valores, especialmente sin valores éticos. Es por esto que hoy en día surge la necesidad de educar en valores, de reconquistar la práctica de los valores éticos. La formación de valores para el desarrollo de la personalidad, la cual se trata del comportamiento general que debe regir en la conducta del individuo y determinar consecuentemente sus actitudes y su forma de actuar.
La ética profesional debe ser concebida como el desarrollo educativo que en su carácter consolida el comportamiento de los profesionales. En su formación, estos van adquiriendo normas, valores y una concepción de la profesión que altamente individualizada se convierte en un regulador especial de su comportamiento moral. Es por esto que para los Educadores debe ser prioridad incorporar la vigencia de la ética y valores en el desempeño de su labor educativa.
Las Universidades deben implementar en sus diferentes especialidades, programas de estudio con estrategias que vinculen la formación de valores con la realidad social, que busque el desarrollo de actitudes que permitan demostrar a los estudiantes lo que en realidad es éticamente válido, para que así puedan participar en la construcción de una mejor comunidad, sociedad y de un mejor país.

Otros de los valores que debemos fomentar a nuestros estudiantes se encuentran los vinculados a la autonomía del sujeto, es decir, autenticidad, sensibilidad, independencia de juicios, de criterios, la tolerancia, espontaneidad, crítica y autocrítica, discrepancia, felicidad, el internacionalismo, el colectivismo, la solidaridad, el espíritu de sacrificio, justicia, responsabilidad, el trabajo creador y la libertad.

KISSY MARQUEZ








Universidad Nacional Experimental

De los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
Coordinación de Postgrado
Unellez – Apure
Maestría en Ciencias de la Educación Superior
Mención: Docencia Universitaria    Corte XIX
Facilitadora: Dra. Petra Pérez
Maestrante: Abg. Kissy Márquez Urbano




EDUCAR EN VALORES: VINCULACIÓN DE LA EDUCACIÓN Y LA ÉTICA EN LAS                                                              UNIVERSIDADES VENEZOLANAS

El avance y desarrollo de las sociedades en ésta era postmoderna requiere, necesariamente, un cambio en el Sistema Educativo, que se ajuste a la connotación de tiempo-espacio y a las realidades del mundo donde interactuamos, para de ese modo obtener respuestas favorables en los procesos de aprendizaje donde se éste inmerso.
Todo pueblo que alcanza un cierto grado de desarrollo se encuentra, por naturaleza inclinado a practicar la educación, por ser ella el principio mediante el cual el grupo humano conserva y transmite su peculiaridad física y espiritual (Jaegerr, 1978). La educación se convierte así en ese aspecto colectivo a través del cual la sociedad busca convivir organizadamente (Neira E, 1997). Es por ello que la universidad en la actualidad como instancia privilegiada en la construcción del conocimiento, no puede o debe limitarse a ser una comunidad de científicos en la constante búsqueda del saber, sino que debe estar sujeta a convertirse en una institución compleja de formación integral.
La Universidad en Venezuela necesita la conformación de equipos de investigación interdisciplinarios, donde el docente se constituya en la unidad funcional del sistema universitario; debe ser investigador, productor de recursos y alimentador activo de varios procesos sociales. No es sólo el aprendizaje donde deben centrarse, sino lograr en sus alumnos la potencialización de capacidades cognitivas, creativas y organizativas requeridas para ésta nueva sociedad. Es responsabilidad del docente universitario venezolano aplicar nuevas formas para el aprendizaje profundo mediante la relación participativa con sus educandos; además, debe adaptarse al uso de los nuevos avances tecnológicos en al ámbito universitario.
La Educación Superior, como proceso social, tiene como reto lograr transformaciones sociales, en un país donde existe una marcada crisis de valores y notable ausencia de liderazgo. Las universidades venezolanas son un baluarte de la cultura popular, y es por ello que su gestión debe centrarse en la formación de líderes éticos que incidan en procesos socioculturales transformacionales; ahí la importancia del rol docente en la construcción de valores y liderazgo en los estudiantes, fomentando el verdadero ejercicio de la democracia participativa y de consensos, orientada siempre a construir una sociedad más justa, ética, emprendedora y equitativa.
La Educación no solo incluye el saber hacer, o el saber conocer, implica el saber ser y el ser emprendedor; es integral y desde esta concepción la calidad de la educación es el camino hacia la excelencia; debe enfocarse en la formación de valores que permita el desenvolvimiento en el ámbito social, basado en la equidad, transparencia, justicia y la honestidad en las relaciones interpersonales, ello es vivir, con ética, no solo enunciarlo como un componente más en una planificación curricular determinada, debe ser una constante necesidad; para lograrlo es necesario propiciarlo, y a la vez convencerse que es un proceso paulatino.
Corresponde entonces a las universidades venezolanas, fomentar cambios en las perspectivas de formación docente y del proceso de enseñanza aprendizaje, en los que se incluyan los espacios de reflexión ética y de diálogo para un ejercicio de los derechos de los ciudadanos. Las universidades son instituciones morales, diseñadas para promover normas sociales y sus agentes directivos son los mismos agentes morales los cuales deben tomar decisiones que fomenten una educación basada en valores.


“Principios, valores y ética, bastiones fundamentales en la Educación Universitaria”

                               Kissy Márquez Urbano.

martes, 7 de junio de 2016

CARMEN GUERRERO


ROL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL FOMENTO DE LOS VALORES ÉTICOS

AUTORA: CARMEN  L. GUERRERO O.
                                                                                                   CI Nº: 16.510.790

    La educación superior, como proceso social, tiene un gran reto que afrontar en la formación de profesionales que logren transformaciones sociales., en un momento  histórico  en   que  la Sociedad vive una crisis de valores y ausencia de liderazgo. 
   De allí que, siendo las Universidades el baluarte de la cultura de los pueblos, su gestión debe enfocarse en la formación de individuos éticos que incidan en procesos socio culturales transformacionales.
   Ahí la importancia del rol docente en la construcción de valores en los estudiantes, fomentando el verdadero ejercicio de la libertad participativa y de consensos; orientada a construir una sociedad más ética, justa, equitativa y emprendedora.
Una de las funciones del profesorado es la de hacer el papel de transmisor de –saberes éticos-” (Buxarrais, 1997). Hay realidades que no podemos cambiar, ni siquiera a medio plazo, la influencia de la televisión, la violencia que existe en la sociedad, el nivel de exigencia y responsabilidad que la sociedad traslada al profesorado, etc.
   Como bien es cierto, no existen soluciones fáciles a los problemas sociales. Pero sí,  el rol del docente que se convierte en algo más que un mero transmisor de conocimiento científico. No debemos limitarnos al hecho de producir ciencia y de transmitirla, sino acompañar dicho conocimiento de un compromiso ético. Y así formar egresados que sean buenos profesionales, pero también buenos ciudadanos dentro de la sociedad en la cual se desenvuelven.
   La educación no solo incluye el saber hacer, o el saber conocer, implica sobre toso el saber ser y el ser emprendedor; es integral y desde esta perspectiva la calidad de la educación en el camino hacia la excelencia apunta a la formación de valores que permita el desenvolvimiento en el ámbito social basado en la equidad, la justicia, la transparencia, y la honestidad en las relaciones interpersonales, ello es vivir, con ética, no solo anunciarlo como un componente más en un planificación curricular debe ser una necesidad; para lograrlo es necesario incitarlo, y la vez estar convencidos que es un  proceso a mediano y largo plazo.
  Por eso, “…educación y valores son algo inseparable. Los valores siempre se comunican. Lo importante es discutir cuáles, cómo, quién los elige y si al hacerlo se favorece o no la autonomía moral” (Barragán Medero, 2002: 7).
    Esto quiere decir, que con la práctica de los valores dentro de una sociedad dada, se evidencia la importancia de la formación de profesionales capaces de establecer metas y objetivos, dando oportunidades y creando una cultura que favorece y desarrolla el crecimiento personal.
    De esta manera se puede concluir que es necesario que las Instituciones de Educación Superior afronten el reto de formar profesionales, y que en ese proceso se cumplan las funciones: instructiva; Educativa y desarrolladora, con el fin de formar profesionales integrales que además de evidenciar con su actuar su compromiso social logren transformaciones sociales mediante ejercicio de comportamiento ético orientado a lograr que la comunidad en la que se encuentren eleve. Sus niveles de participación en la toma de decisiones.      


WILMER PEREZ


 Autor: Pérez Wilmer

C.I N° 11.760.943

LA FORMACIÓN DE VALORES DESDE EN UN ENFOQUE PEDAGÓGICO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
La educación en valores es sencillamente educar moralmente porque los valores enseñan al individuo a comportarse como hombre, a establecer jerarquías entre las cosas, a través de ellos llegan a la convicción de que algo importa o no importa, tiene por objetivo lograr nuevas formas de entender la vida, de construir la  historia personal y colectiva, también se promueve el respeto a todos los valores y opciones.
Los valores pueden ser realizados, descubiertos e incorporados por el ser humano, por ello reside su importancia pedagógica, esta incorporación, realización, descubrimiento son tres pilares básicos de toda tarea educativa; necesitan la participación de toda la comunidad educativa en forma coherente y efectiva.
De allí la misión de la universidad es instruir y preparar para el ejercicio de una profesión, para la investigación o la docencia, y no la de educar o la de asumir tareas propiamente pedagógicas o introducir “moralismos”.
 Las instituciones educativas tendrían que dar respuesta a los problemas de la vida, siguiendo a Domínguez Chillón (1996), no sólo facilitando el conocimiento sino estimulando actitudes positivas y propiciando conductas y hábitos favorables a los valores.
 Es por ello, que (Bolívar Botía,1998) señala: “…necesitamos instrumentos, estrategias y sugerencias prácticas sobre las formas y situaciones en que se puede realizar la evaluación en este ámbito, para el que no contamos con una tradición y un cuerpo de conocimientos ni con unas técnicas de evaluación”. Esto quiere decir, que el docente debe intencional estrategias didácticas que involucren al individuo en actividades conscientes, protagónica y comprometida donde connota lo socialmente significativo de la realidad hacia el rendimiento humano, de forma integral las  particularidades de la formación y el desarrollo de los valores en el individuo.
       A modo de reflexión en la sociedad actual y en la denominada sociedad del conocimiento, se requieren de profesionales con alto sentido crítico y ético, que tengan una formación integral técnica, científica, social y humanística, y que sean capaces de dar respuestas a las crecientes exigencias a las que se enfrentarán en su vida profesional como ciudadanos y seres humanos. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario en primer lugar, que el docente asuma una actitud crítica desde y en su propia formación, la cual sea asumida desde la perspectiva de la formación integral fundamentada en cinco componentes: ético, pedagógico, científico, humanístico y tecnológico.

PERSIDA TORO


                                                                   Persida Toro
Pertoro67@hotmail.com
    
                                EDUCAR VALORES EN LA UNIVERSIDAD
    La educación en valores constituye hoy día un objetivo esencial en todos los niveles de enseñanza y, en particular, en la Educación Superior si tenemos en cuenta cómo en los últimos años se ha centrado la atención en la necesidad de la formación humanista del profesional. La Educación Superior Contemporánea tiene la misión de “formar profesionales altamente capacitados que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social” (UNESCO, 1998), misión que no es posible cumplir desde los postulados de una enseñanza tradicional que centra la atención en el profesor como transmisor de conocimientos y valores que son reproducidos por los estudiantes de forma acrítica y descontextualizada de la práctica profesional.
     El profesor universitario actual ha de ser un experto en su materia que manifieste ante todo dominio de los conocimientos de la asignatura o área de conocimiento que trabaja. La diferencia en la experticia del profesor actual con relación al tradicional se manifiesta en la posibilidad de ser un gestor de información y no un transmisor de conocimientos acabados como verdades absolutas, en tanto comparte sus conocimientos, vivencias, experiencias, y reflexiones con sus alumnos, respecto a los contenidos de enseñanza, en un ambiente democrático que los motiva a profundizar en el estudio y les orienta, no sólo sobre las fuentes bibliográficas a utilizar, sino también cómo y dónde procurarlas.
     Para lograr cumplir las funciones anteriores el profesor universitario ha de ser para sus estudiantes un modelo de actuación personal y profesional, un ejemplo que estimule a sus estudiantes en el proceso de su construcción como persona en el el profesor no ha logrado un desarrollo profesional que se exprese en su motivación por la profesión, su dedicación y entrega al trabajo, su condición de experto en el área de conocimientos que trabaja y su formación psicopedagógica que le posibilite establecer un proceso de comunicación con sus estudiantes sustentado en el diálogo. Pero además, ser modelo de actuación implica necesariamente el desarrollo del profesor como persona moral. Para ser modelo hay que ser coherente, tiene que mostrar correspondencia entre lo que dice y hace, tiene que expresar vocación y compromiso con la educación, sólo así puede ser un ejemplo para sus alumnos.
     Resulta, por tanto, una necesidad preparar al profesorado universitario para educar en valores desde todos los espacios curriculares y, en particular, desde sus asignaturas. En la concepción de la orientación profesional como estrategia educativa para el desarrollo de valores en estudiantes universitarios se puede asumir los siguientes principios:
*      El enfoque profesional del proceso de enseñanza-aprendizaje en la Educación Superior. Este principio nos plantea la necesidad de concebir el proceso de enseñanza-aprendizaje en el centro universitario en función de la profesión, quiere esto decir que todas las actividades académicas, investigativas y laborales deben diseñarse teniendo en cuenta su contribución a la formación del profesional.
*      El reconocimiento del estudiante como sujeto y del docente universitario como orientador en el proceso  de  formación profesional. El reconocimiento del estudiante como sujeto de su formación profesional y del docente como orientador es un principio importante a tener en cuenta si pretendemos lograr una actuación profesional responsable en el estudiante universitario.

     En virtud de este principio se plantea la necesidad de entender que el estudiante universitario asuma una posición activa en la construcción de sus conocimientos, intereses, habilidades profesionales y por supuesto, en la formación de una actuación profesional responsable. Ello implica reconocer la necesidad de diseñar situaciones de aprendizaje en el proceso de formación profesional que estimulen la iniciativa, independencia y responsabilidad del estudiante en el desarrollo de tareas de contenido profesional.


YDIA SIERRA




Elaborado por: Ydia A. Sierra C.
Maestría en Ciencias de la Educación Superior.
Mención: Docencia Universitaria.
Cohorte: XIX
UNELLEZ-APURE




















Educar en valores: Ética y Educación Superior
“La educación no cambia el mundo, cambia  a las personas que van a cambiar al mundo.”
PAULO FREIRE.

En el sistema de vida actual en que se desenvuelve la humanidad, la educación es un tema fundamental, ya que de éste depende el desarrollo capacitación del hombre, y por ende el progreso de un país o nación, hoy día, educar se convierte en un reto tanto para las instituciones educativas, como para la sociedad. Un pensamiento de Pitagoras Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.Hace referencia que la educación que es indispensable en todos los seres e individuos desde el inicio de su vida.
En el sistema educativo Venezolano existen leyes, reglamentos, lineamientos donde se destacan la misión, la visión, los valores y principios sobre las cuales se sustenta el sistema educativo nacional por el cual deben regirse, como son La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,  Ley Orgánica de Educación, El Plan de la Patria 2013-2013, y otras instituciones encargadas de velar por la educación en el país.
Si bien es cierto que existen instituciones creadas por el estado con la finalidad de brindar la educación a los ciudadanos en todas sus etapas, desde la educación inicial hasta las etapas de educación superior, maestrías, doctorados, entre otros, también es cierto, que la primera formación que se recibe empieza desde el hogar, ya que la familia es el primer núcleo de socialización del individuo, es el primer ambiente donde éste se desenvuelve y por ende son los principales responsables en la transmisión de ese conjunto de valores como son: amor, respeto, responsabilidad, solidaridad, honestidad, humildad, entre otros,  los cuales identifican la conducta del individuo dentro de una sociedad.
En nuestros días la educación superior se encuentra enmarcado en un proceso de cambio y transformaciones de gran magnitud y cada vez son mayores las exigencias de la sociedad, por lo cual se hace necesario trabajar en la formación y preparación de los estudiantes, y brindarles las herramientas necesarias para su desempeño como futuros profesionales, y ciudadanos con un alto valor cultural y humano.
En la educación a nivel universitario el tema de los valores y la ética se ha hecho a un lado o es el tema menos desarrollado a este nivel, se le ha dado más importancia a la academia, a cumplir con los contenidos programáticos, a desarrollar conocimientos en los estudiantes para formarlos en unos profesionales con un buen desempeño en su área laboral, pero son profesionales donde su parte humanitaria se ha perdido o la tienen apagada (modo OFF), por lo que se hace indispensable que las personas que laboran en este medio, así como los responsables de impartir los contenidos en estas instituciones educativas,  activar, rescatar y fomentar los valores en la educación.  
Al educar con valores se pretende ir más allá de estudiar y aprobar un conjunto de materias o subproyectos, de adquirir aprendizajes y conocimientos significativos para obtener un título profesional, además de esto,  tiene como finalidad potenciar y afianzar una cultura y una forma de ser, basada en el respeto por lo demás, la valoración, la igualdad, logrando así formar ciudadanos responsables, de una conducta ética respetable.

Hoy más que nunca es necesario rescatar los valores éticos y morales en los en los estudiantes, como los futuros profesionales, como los que va a tener a cargo el desarrollo de un país, pero también es indispensable rescatar ese conjunto de valores en los profesionales que se encuentran activos en sus labores profesionales, como directivos, coordinadores, jefes de programas, docentes y demás personal que hacen vida dentro de las instituciones de educción superior.

lunes, 6 de junio de 2016

JOHANNA DIAZ



                  Autor: Johanna  Diaz

Los valores, requisito para  una Educación Efectiva.


    Las  distintas circunstancias por las que ha transitado la humanidad a raíz de la prevalencia de la ideología del capitalismo conocida como globalización neoliberal, que deja a un lado los valores autóctonos de las culturas, generando transformaciones en el orden social y subjetivo de los individuos, trayendo como consecuencia manifestaciones que propenden al egoísmo, al individualismo, entre otras, surgiendo pérdida, deterioro o cambios de valores.
   Desde el ámbito pedagógico, en su proceso de interacción humana, contribuye al desarrollo cultural  de la sociedad, es decir, a la transformación de la misma mediante la participación en el desarrollo y promoción de la cultura y la formación de valores, tanto internamente en la propia institución pedagógica, como en la comunidad. Esto bajo la dirección de asumir un papel integrador, donde se jerarquice de manera efectiva  el trabajo cotidiano de los centros educativos en sus distintos niveles (inicial, primaria, liceo, universitario) permitiendo priorizar las necesidades producto de la realidad, además impulsa el cumplimiento de la misión social del nivel universitario, a partir del desarrollo de acciones dirigidas fundamentalmente a la creación de valores, su práctica, su difusión y sobre todo su disfrute ya que forma parte del proceso de internalización de los mismos.
    Dentro de los valores que debemos formar en las presentes y futuras generaciones, al igual que en los futuros profesionales están el patriotismo, la honradez y la honestidad, para ello es necesario que la universidad actúe  como el eje dinamizador que hace posible la articulación entre los distintos niveles de la educación, a través de la praxis universitaria, donde por medio de sus distintos mecanismos de abordaje de la sociedad, permita reflejar la educación en valores que debe promover el quehacer universitario, contribuyendo a la sensibilización del futuro profesional ante las necesidades del semejante, donde a su vez se generaría un proceso  bilateral donde la información, valores y los conocimientos fluyen en ambas direcciones. En tal sentido se deben percibir los valores como una concientización en el sujeto, siendo la misma adquirida durante el proceso de socialización que permite la asimilación de una cultura material y espiritual, dando paso a la concreción de dichos valores; siendo estos los que motivara las acciones de cada persona.


ROSA COLINA



         ROSA COLINA
















LA EDUCACIÓN EN VALORES

   Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro.  
  También son fuente de satisfacción y plenitud. Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes. Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad. Los valores valen por sí mismos.
  A través de los valores el sujeto se conoce a sí mismo, conoce sus necesidades y las posibilidades de satisfacerlas, además proyecta las condiciones ideales para ello regulando su conducta en correspondencia con los contenidos valorativos asumidos. Los valores no existen sin el hombre, que con ellos está en disposición de dar significado a la propia existencia. Las cosas adquieren valor en la medida en que se insertan en este proceso de humanización.
  Una educación centrada en valores es una educación centrada en el hombre, pues el hombre está, por su mismo ser, llamado a la realización de los valores. El hombre es el protagonista principal de su  desarrollo y el desarrollo social, en tanto es un ser activo, transformador de su propia realidad y de sí mismo, pero a la vez determinado por las condiciones concretas en las que se desarrolla.
   La educación en valores debe ser en forma continua y permanente con la responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa Esto ayuda a la formación integral del estudiante, quien requiere no sólo la adquisición del conocimiento científico, sino también el aprendizaje de patrones culturales impregnados de valores, que lo ayuden a ser una persona útil para sí misma y para los demás. En consecuencia, la visión y la acción de la educación en valores, favorece que sean mejores los actos de los sujetos educativos, modelos para otros, portadores de cultura para un mundo mejor. Traspasando las fronteras conceptuales, se llegaría a proponer dimensiones de cambio, en un plan optimista, futurista y dinámico. Es necesario que la educación inspire y fundamente la transmisión de la cultura con una cosmovisión centrada en los valores, y esta cosmovisión es la que debe unificar las mentalidades científicas, técnicas y humanísticas pertenecientes a un establecimiento educativo. Asimismo, la educación debe llevar a poner en su justo reconocimiento lo: positivo, bello, afectivo, solidario, honesto, verdadero, que trascienda en el tiempo y el espacio; el rescate y el fortalecimiento de los valores para la convivencia humana, dentro y fuera de las comunidades educativas.

    En el entorno actual, caracterizado por la complejidad social y la globalización económica y cultura, educar en valores se perfila como una cuestión imprescindible para formar ciudadanos que sean capaces de asumir los nuevos retos y comprometerse activamente, jugando un papel activo y eficaz en la construcción de un mundo mucho más justo, inclusivo, equitativo e intercultural.

ADAN GONZALEZ















LA EDUCACIÓN EN VALORES

Los valores son principios que marcan la actitud y la conducta de las personas, es decir, son aspectos que influyen en su comportamiento y les permiten crecer como individuos al entenderlos como aportes positivos al desarrollo de sus vidas.
Vivir en sociedad es un desafío para todos, niños y adultos. En el convulsionado mundo actual, lamentablemente, se están perdiendo las buenas costumbres. Esta desafortunada realidad afecta a nuestros niños, exponiéndolos a los antivalores. Por eso, para quienes creemos que los valores no deben pasar de moda, hay que tenerlos presente cada día afianzándolos a través del espacio del diálogo y la reflexión sobre los diversos valores morales, que propician el crecimiento y la madurez de las personas, y permiten abrir las puertas a la convivencia en lugar del egoísmo, a la modestia en lugar de la vanidad, y al compromiso en lugar de la indiferencia y el desinterés. 
No obstante la educación es la principal guía moderna y principalmente el arte para formar en valores a los niños de hoy y de una u otra forma educarlos para la vida en comunidad; promoviendo la reflexión y la construcción de actitudes positivas.
También es importante destacar la familia quien forma la principal tarea, de formar desde el hogar niñas y niños de bien y hacer que la en la sociedad sean transformados como ciudadanos con retos y desafíos para el cambio de una mejor y calidad de vida.
La escuela es el eje fundamental para fortalecer la formación cívica ciudadana, donde se debe promover una educación en valores democráticos, nacionales y cívicos, incentivando durante toda la vida a los ciudadanos a ser libres, a saber, a hacer, a crear y a convivir, con el firme objetivo de rescatar los valores e inculcar el conocimiento de los derechos, deberes, principios y virtudes cívicas presentes en marco del respeto, y el cumplimiento de todas las normas en la sociedad. Sin embargo, el objetivo no es que sea la escuela el único motor de este proceso sino más bien que sea un trabajo compartido con la familia, pues promoviendo la formación ciudadana en la escuela se fortalecerá el hogar y la sociedad.
La educación en valores es una cuestión de corresponsabilidad, de actuar al unísono y en concordancia. Sin embargo como se expuso los espacios más propios de la educación son la familia y la escuela. Ambas instancias son las que deben hacerse cargo por igual de lo que transmiten a los niños y jóvenes. No obstante, un punto de coincidencia en la actualidad es la idea de que la educación de cada persona se lleva a cabo a lo largo de toda la visa.
El enfoque de la educación en valores como dimensión inherente al ser humano, durante toda la vida, requiere atención de toda la sociedad, porque de ello depende el bienestar personal y colectivo. El énfasis en la estrategia para hacer viable esta educación varía en cada caso, pero hay conciencia también en aprovechar  todas las vías todos los interlocutores sociales.
En este orden se hace énfasis al ente social corresponsable de la educación en el proceso creador de la ciudadanía, para promover actividades pedagógicas dirigidas al conocimiento y estudio de los principios y valores trascendentales de la República, de los derechos humanos, garantías y deberes, de los valores y virtudes cívicas que deben estar presentes en la formación de todas las ciudadanas y ciudadanos, a fin de lograr una mejor participación de todos en el desarrollo de una verdadera sociedad democrática.    



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